Nuevos datos sobre la deficiente evolución de la economía castrista en 2011


Elías Amor Bravo

La Oficina Nacional de Estadísticas e Información ONEI de Cuba acaba de lanzar la publicación “Transporte. Indicadores Seleccionados” con el objetivo de ofrecer una panorámica general del transporte de pasajeros y de carga ocurrida durante el año 2011. Los datos confirman, además, el deficiente comportamiento de la economía, que una vez más, vuelve a mostrar sus carencias más evidentes.

El sector transportes de una economía es fundamental para la movilidad de personas y bienes. En la economía castrista, los transportes han recibido alguna atención de los “Lineamientos”, pero las cifras que acaba de publicar ONEI confirman el pésimo desempeño del sector en 2011, su debilidad estructural y la incapacidad de las autoridades para dar soluciones a sus problemas.


Si se analiza la evolución comparativa de la economía castrista (medida por el PIB a precios constantes) con la actividad del sector transportes (en idénticos términos), se observa una estrecha relación entre ambas en el período 2005 a 2011. No en vano, la actividad de este sector representa aproximadamente un 8% del PIB de la economía, por lo que sus variaciones ejercen una influencia destacada sobre el comportamiento de las variables agregadas.

El declive experimentado por la economía castrista en los últimos seis años ha continuado en 2011, y conforme se van difundiendo informaciones correspondientes a los distintos sectores se puede observar cuál ha sido la magnitud del descalabro.

En el Cuadro 1, se presentan los datos de la publicación antes citada elaborada por ONEI.

Cuadro 1.- Sector transportes en Cuba, datos 2011 (fuente ONEI)


Dato anual 2011
% variación
Pasajeros transportados (millones)
1.154
0,5
Mercancías (miles de toneladas)
81.048,5
0,9

La cifra de viajeros transportados experimenta un estancamiento con respecto al año 2010, que como se observa en el Gráfico 1 no fue un buen año para el sector transportes, en general. Pero, además, la carga transportada, registra una variación prácticamente similar, reflejando esa situación de estancamiento de la economía.

Combinando ambos indicadores, la evolución interanual de la actividad en el sector transportes debió situarse por debajo del 1% con relación al año 2010, ejerciendo un efecto recesivo sobre el conjunto de la economía, dada la estrecha relación que se observa entre los dos.

En relación al transporte de viajeros, el ferrocarril ha sido la modalidad más dinámica en términos de actividad, con un aumento del 16,9% con respecto al año 2010, si bien, este representa solamente un 1,1% del total de viajeros transportados, lo que confirma la escasa atención que el régimen ha dado a este tipo de transporte, prácticamente marginal en el conjunto de la economía. 

El transporte en taxis estatales ha aumentado un 5,5% previsiblemente animado por la entrada de turistas y viajeros del exterior, pero apenas representa un 5% del total de los transportes de viajeros totales. En la misma línea, los ómnibus de turismo registran un aumento del 9,1% si bien solo alcanzan otro 4,6% del total de viajeros. Ambas actividades, fuertemente relacionadas con el turismo y el área de la moneda convertible, se encuentran limitados por la ausencia de una liberalización de la oferta y un excesivo control de las autorizaciones para el ejercicio por cuenta propia, como algunos testimonios informan desde la Isla.

En el lado negativo de este recuento estadístico, el sistema de transporte más popular de los cubanos, y al que se ven obligados ante la falta de alternativas, el ómnibus de uso público, que supone el 80,4% del total de pasajeros, registra un crecimiento del 0,5% similar al total (dado su elevado peso relativo). Se observa, igualmente, un descenso muy significativo en el transporte de pasajeros por ómnibus escolares, en este caso la bajada es casi de un 2%. El transporte aéreo, finalmente, que sólo representa el 0,1% del total desciende casi un 10%.

En cuanto a la carga transportada de mercancías, un buen indicador de la actividad económica general por cuanto supone que los bienes y servicios producidos se mueven acercándose a los mercados de consumo, la variación como ya se ha señalado es un 0,9%, registrando un práctico estancamiento.


En este caso, corresponde el aumento más destacado al transporte marítimo, al que los "Lineamientos" prestan alguna atención, con un avance del 3,1% que, sin embargo, apenas ejerce influencia sobre el total ya que sólo representa un 2,4%. 


El uso de camiones sigue siendo el medio que concentra la mayor parte del transporte de mercancías en la Isla, prácticamente un 87,7%, y experimenta un aumento también muy limitado de un 1,5%. 


El ferrocarril, una vez más, es el gran olvidado del castrismo, y a pesar de que en carga concentra un 9,9% del total, su descenso con relación a 2010 alcanza casi de un 5%.


La conclusión que cabe obtener de estas cifras es que el sector transportes no ha ejercido una influencia positiva sobre la economía castrista en 2011 acentuando su debilidad estructural. La concentración del transporte, tanto de pasajeros como de mercancías, en medios más contaminantes y de alto consumo de derivados de petróleo, pone de manifiesto que no existe una política coherente destinada al ahorro energético, que permitiera realizar una gestión más eficaz de los recursos disponibles. En ese sentido, aunque los "Lineamientos" apuntan algunas ideas, los transportes alternativos, ferrocarril, marítimo, apenas registran mejoras en sus cifras de actividad sin que existan planes adecuados para su desarrollo. 


Desde esta perspectiva, el sector de transportes en la economía castrista puede ser, y de hecho lo viene siendo, una rémora para el crecimiento económico. Sólo su liberalización plena, y la autorización para el ejercicio empresarial con la presencia creciente de la iniciativa privada, y el retroceso de la empresa estatal ineficiente, puede asegurar que este sector contribuya a la mejoría necesaria de la economía.








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